“¿cuándo sucederá esto, y cuál será la señal de tu venida y de la consumación de este siglo?” (Mateo 24:3).
El Señor Jesús dijo: “Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino, y en diferentes lugares habrá hambre y terremotos. Pero todo esto es sólo el comienzo de dolores” (Mateo 24:7-8).
El Señor nos prometió que Él vendría con seguridad en los últimos días y también nos dijo las señales de Su regreso. Ahora los desastres suceden constantemente en todas las partes del mundo, tantos terremotos como hambrunas, plagas y guerras, todos estos ocurren con frecuencia. De estas señales podemos estar seguros de que ahora es el momento de que el Señor se aparece para realizar Su obra. Pero, ¿por qué la mayoría de personas no lo han recibido? Y ¿cómo podemos recibirlo?
El Señor Jesús dijo: “Pero a medianoche se oyó un clamor: ‘¡Aquí está el novio! Salid a recibirlo’” (Mateo 25:6). “He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él y él conmigo” (Apocalipsis 3:20). En el Apocalipsis, se dijo muchas veces: “El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias” (Apocalipsis 2:7). Estas profecías nos piden ser vírgenes prudentes y estar atentos a escuchar Su voz. Así que, cuando alguien nos dé testimonio de la venida del Señor, debemos buscar e investigar con humildad, solo así podremos recibir Su regreso y asistir al banquete con Él.
Dios dice: “[…] ya que estamos buscando las huellas de Dios, debemos buscar la voluntad de Dios, las palabras de Dios, las declaraciones de Dios, porque donde están las nuevas palabras de Dios, ahí está la voz de Dios, y donde están las huellas de Dios, ahí están los hechos de Dios. Donde está la expresión de Dios, ahí está la aparición de Dios, y donde está la aparición de Dios, ahí existe la verdad, el camino y la vida. Mientras buscabais las huellas de Dios, ignorasteis las palabras que dicen que ‘Dios es la verdad, el camino y la vida’. Y es que, cuando muchas personas reciben la verdad, no creen que han encontrado las huellas de Dios y mucho menos reconocen la aparición de Dios. ¡Qué error tan grave es ese! La aparición de Dios no se puede reconciliar con las nociones del hombre; mucho menos puede Dios aparecer por órdenes del hombre. Dios hace Sus propias elecciones y tiene Sus propios planes cuando hace Su obra; más aún, Él tiene Sus propios objetivos y Sus propios métodos. No es necesario que Él discuta con el hombre la obra que Él hace, ni que busque el consejo del hombre, ni mucho menos que les notifique de Su obra a cada una de las personas. Este es el carácter de Dios y, además, todos lo deben reconocer. Si queréis presenciar la aparición de Dios, si queréis seguir las huellas de Dios, entonces debéis primero trascender vuestras propias nociones. No debes demandar que Dios haga esto o aquello; mucho menos debes colocarlo dentro de tus propios confines y limitarlo a tus propias nociones. En cambio, debéis preguntar cómo debéis buscar las huellas de Dios, cómo debéis aceptar la aparición de Dios, y cómo os debéis someter a la nueva obra de Dios; eso es lo que el hombre debe hacer. Siendo que el hombre no es la verdad, y que no posee la verdad, el hombre debe buscar, aceptar y obedecer”.
Recordando la época de la Gracia del Nuevo Testamento, los discípulos como Pedro, Juan y Natanael, etc quienes siguieron al Señor Jesús, sentían que Sus palabras tenían la autoridad y el poder al escucharlas, y al mismo tiempo, veía el hecho de que Él dijo, las cosas fueron hechas, Él mandó, pues existió. Por lo tanto, reconocieron que Él era Mesía, Cristo encarnado por Sus palabras y Su obra. Y también, la mujer samaritana, reconoció que el Señor Jesús era Mesía debido a que Él pudo decir sus secretos ocultos. De la misma manera, si queremos acoger la venida del Señor en los últimos días, también debemos enfocarnos en escuchar la voz de Dios.
El Señor Jesús dijo: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida […]” (Juan 14:6). Este pasaje de la Palabra de Dios también dice: “donde está la aparición de Dios, ahí existe la verdad, el camino y la vida”, por lo tanto, para investigar la aparición y la obra del Señor de los últimos días, lo más crucial es buscar dónde hay la declaración de la verdad, con que la encontremos y escuchemos, podremos seguir Sus huellas y recibir al Señor.
También podría gustarte: La llegada de Jesús
Las escrituras tomadas de LA BIBLIA DE LAS AMERICAS® (LBLA) Copyright © 1986, 1995, 1997 por The Lockman Foundation usado con permiso. www.LBLA.com.
