Creo que muchos hermanos y hermanas tienen tales experiencias, cuando oramos a Dios con reverencia y amor, seremos conmovidos por el Espíritu Santo, tendremos disfrute en nuestro espíritu, y sentiremos que tenemos muchas cosas que decirle a Dios. Sin embargo, cuando nos encontramos con circunstancias que no se ajustan con nuestras propias nociones, nos pondremos pasivos y débiles por la causa de no entender la voluntad de Dios ni saber cómo experimentar Su obra, y nuestro corazón se apartará gradualmente de Él, nos sentiremos marchitos y oscuros en espíritu perdiendo la fuerza de amar a Él. Entonces, ¿Cómo debemos orar para recuperar la fuerza de amar a Dios?
Dios dice: “Si no puedes reunir las fuerzas dentro de ti para amar a Dios, entonces ¿cómo puedes orar? Debes decir: ‘¡Oh Dios! Mi corazón es incapaz de amarte verdaderamente, quiero amarte pero me hace falta la fuerza. ¿Qué debo hacer? Quiero que Tú abras los ojos de mi espíritu, quiero que Tu Espíritu toque mi corazón para que delante de Ti sea despojado de todos los estados pasivos y que ninguna persona, cuestión o cosa me restrinja; pongo al descubierto completamente mi corazón delante de Ti para que todo mi ser se consagre delante de Ti y me puedas probar como quieras. Ahora bien, no pienso en mis perspectivas ni la muerte me limita. Usando mi corazón que te ama, quiero buscar el camino de la vida. Todas las cosas y todos los eventos están en Tus manos, mi destino está en Tus manos y, además, mi vida es controlada por Tus manos. Ahora, busco amar a Ti e, independientemente de si me dejas amarte, independientemente de cómo interfiera Satanás, estoy decidido a amarte’. Cuando te encuentras con esto, oras de esta manera. Si lo haces así todos los días, la fuerza para amar a Dios crecerá poco a poco”.
Extracto de “La Palabra manifestada en carne”
Recomendación: Estudio bíblico sobre la oración