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Cuando el Señor regrese, ¿el nombre de Dios seguirá siendo Jesús?

· ESTUDIOS BIBLICOS,VIDEOS

Aparecen muchas personas testificando que el Señor Jesús ha regresado y ha tomado un nuevo nombre para hacer nueva obra. Según los versos bíblicos: “Jesucristo es el mismo ayer y hoy y por los siglos” (Hebreos 13:8), y “Y en ningún otro hay salvación, porque no hay otro nombre bajo el cielo dado a los hombres, en el cual podamos ser salvos” (Hechos 4:12), muchos hermanos y hermanas piensan que el Señor Jesús no cambiará Su nombre, que sólo Él es el Salvador, que sólo por el nombre del Señor Jesús seremos salvos, y que si aceptamos otro nombre, traicionamos al Señor Jesús. Sin embargo, según la profecía del Apocalipsis: “Al vencedor le haré una columna en el templo de mi Dios, y nunca más saldrá de allí; escribiré sobre él el nombre de mi Dios, y el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén, que desciende del cielo de mi Dios, y mi nombre nuevo” (Apocalipsis 3:12), algunas personas piensan que dado que el Señor tendrá un nuevo nombre cuando regrese, no se le puede volver a llamar “Jesús”. Si todavía se llamara Jesús, la profecía no habría registrado “Mi nuevo nombre”. Entonces, ¿el Señor tomará un nuevo nombre cuando vuelva? Ahora vamos a tener comunión sobre la verdad de los nombres de Dios.

¿Cambiará el nombre de Dios?

Creemos que el nombre de Dios es Jesús y nunca cambiará. ¿De verdad es así? ¿Es inmutable el nombre de Dios? Veamos primero estos dos versículos: “Yo, yo Jehová, y fuera de mí no hay quien salve” (Isaías 43:11)*. “Jehová, […] Este es mi nombre para siempre, este es mi memorial por todos los siglos” (Éxodo 3:15)*.

De las escrituras se puede ver que aparte de Jehová Dios, no había salvador y el nombre Jehová duraría para siempre. Cuando el Señor Jesús vino a obrar, la gente lo llamó el Salvador. Si el nombre de Dios era inmutable, ¿por qué el nombre de Jehová se convirtió en Jesús? Esto prueba que el nombre de Dios no es eternamente inmutable.

Algunas personas pueden preguntar: “Dado que el nombre de Dios es cambiante, ¿cómo debemos entender las palabras registradas en la Biblia: ‘Jehová, […] Este es mi nombre para siempre,” En realidad, el nombre de Dios significa para siempre, que Su nombre no cambiará durante la edad actual. Es decir, mientras la obra de Dios en esa Era actual no haya terminado, debemos mantener Su nombre en esa época, y sólo al hacerlo podemos obtener la obra del Espíritu Santo y la aprobación de Dios. Sin embargo, cuando Dios comienza una nueva obra, Su nombre cambiará en consecuencia. Entonces, solo aceptando el nuevo nombre de Dios tendremos la aprobación de Dios. Tomemos a los discípulos, por ejemplo, como Pedro y Juan. Todos aceptaron el nuevo nombre de Dios en esa época: el Señor Jesús, y siguieron la nueva obra de Dios, de modo que pudieron obtener la obra del Espíritu Santo y la salvación del Señor. Esto nos hace entender que el nombre de Dios no es inmutable y cambia con la obra de Dios en la nueva era. Sin embargo, no importa cómo cambie el nombre de Dios, Dios sigue siendo un solo Dios, y es sólo que Dios es llamado de manera diferente. La Biblia dice: “Jesucristo es el mismo ayer y hoy y por los siglos” (Hebreos 13:8). ¿Qué significa este versículo? En realidad, significa que la esencia y el carácter de Dios son inmutables, y no significa que el nombre de Dios sea inmutable. Hay un pasaje de palabras que explica esto muy claramente: “Están aquellos que dicen que Dios es inmutable. Eso es correcto, pero se refiere a la inmutabilidad del carácter y la esencia de Dios. Los cambios en Su nombre y obra no demuestran que Su esencia se haya alterado; en otras palabras, Dios siempre será Dios, y esto nunca cambiará. Si dices que la obra de Dios siempre permanece igual, ¿sería entonces capaz de terminar Su plan de gestión de seis mil años? Sólo sabes que Dios es eternamente inmutable, ¿pero sabes que Él es siempre nuevo y nunca viejo? Si la obra de Dios nunca cambió, ¿podría haber traído a la humanidad hasta hoy? Si Dios es inmutable, ¿por qué ha hecho ya la obra de dos eras? […] las palabras ‘Dios es siempre nuevo y nunca viejo’ hacen referencia a Su obra, y las palabras ‘Dios es inmutable’ tienen relación con lo que Dios inherentemente tiene y es. En cualquier caso, no puedes hacer depender la obra de seis mil años en un punto, o representarla con simples palabras muertas. Tal es la estupidez del hombre. Dios no es tan simple como el hombre imagina, y Su obra no puede detenerse en una era. Jehová, por ejemplo, no puede representar siempre el nombre de Dios; Él también puede hacer Su obra bajo el nombre de Jesús. Esto es una señal de que la obra de Dios siempre progresa hacia adelante” (‘La visión de la obra de Dios (3)’). A partir de esto, podemos ver que Dios mismo es inmutable. Esto se refiere al carácter y la esencia de Dios, no a Su nombre. Es decir, Es decir, Dios ha realizado una obra diferente y ha adoptado diferentes nombres en diferentes épocas, pero independientemente de si Su nombre es Jehová o Jesús, Su esencia nunca cambia. Siempre es el mismo Dios trabajando. Tomemos como ejemplo a los fariseos en el judaísmo. No sabían que el nombre de Dios cambiaría con la Era, por lo que pensaron que sólo el Mesías era su Dios y su Salvador. Como resultado, cuando Dios cambió Su nombre para realizar la obra de redención con el nombre de Jesús, lo condenaron frenéticamente y se resistieron al Señor Jesús, y finalmente lo crucificaron, cometiendo un pecado atroz y siendo castigados por Dios. Debemos tomar el ejemplo de los fariseos como una advertencia. No debemos concluir, de acuerdo con nuestras propias nociones e imaginación, que el nombre de Dios nunca cambiará, y mucho menos decir que el nombre de Dios en los últimos días seguirá siendo Jesús; de lo contrario estaríamos delimitando a Dios.

La importancia de que Dios tome diferentes nombres en diferentes eras

Entonces, ¿por qué Dios toma diferentes nombres en diferentes épocas? ¿Cuál es el significado de que Dios tome nombres diferentes? Vamos a leer este : “‘Jehová’ es el nombre que adopté durante Mi obra en Israel y significa el Dios de los israelitas (el pueblo escogido de Dios) que puede tener compasión del hombre, maldecirlo y guiar su vida; el Dios que posee gran poder y está lleno de sabiduría. ‘Jesús’ es Emanuel, que significa la ofrenda por el pecado que está llena de amor, de compasión y que redime al hombre. Él hizo la obra de la Era de la Gracia y la representa, y solo puede representar una parte de la obra del plan de gestión. Es decir, solo Jehová es el Dios del pueblo escogido de Israel, el Dios de Abraham, el Dios de Isaac, el Dios de Jacob, el Dios de Moisés y el Dios de todo el pueblo de Israel. Y así, en la era presente, todos los israelitas, excepto el pueblo judío, adoran a Jehová. Le hacen sacrificios en el altar y le sirven en el templo llevando las túnicas de los sacerdotes. Lo que esperan es la reaparición de Jehová. Solo Jesús es el Redentor de la humanidad, y Él es la ofrenda por el pecado que redimió a la humanidad del pecado. Es decir, el nombre de Jesús vino de la Era de la Gracia y surgió debido a la obra de redención en la Era de la Gracia. El nombre de Jesús llegó a existir para permitir que las personas de la Era de la Gracia nacieran de nuevo y fueran salvadas, y es un nombre particular para la redención de toda la humanidad. Así, el nombre de Jesús representa la obra de la redención y denota la Era de la Gracia. El nombre de Jehová es un nombre particular para el pueblo de Israel que vivía bajo la ley. En cada era y etapa de la obra, Mi nombre no carece de fundamento, sino que tiene un sentido representativo: cada nombre representa una era. ‘Jehová’ representa la Era de la Ley y es el título honorífico para el Dios adorado por el pueblo de Israel. ‘Jesús’ representa la Era de la Gracia y es el nombre del Dios de todos aquellos que fueron redimidos durante la Era de la Gracia. Si el hombre sigue anhelando la llegada de Jesús el Salvador durante los últimos días, y sigue esperando que llegue con la imagen con la que apareció en Judea, entonces todo el plan de gestión de seis mil años se habría detenido en la Era de la Redención y no podría haber progresado más. Además, los últimos días nunca llegarían y la era nunca acabaría. Esto se debe a que Jesús el Salvador es solo para la redención y salvación de la humanidad. Yo adopté el nombre de Jesús solo por el bien de todos los pecadores en la Era de la Gracia, pero no es el nombre por el cual llevaré a su fin a toda la humanidad” (‘El Salvador ya ha regresado sobre una “nube blanca”’). Este pasaje nos dice el significado de Dios tomando un nombre diferente en cada época. El nombre de Dios en la Era de la Ley es Jehová, que representa la obra que Dios hizo en la Era de la Ley, y también representa el carácter que expresó al hombre durante esa época, el de majestad, ira, maldición y misericordia. Jehová Dios proclamó la ley y los mandamientos, permitiendo a las personas saber lo que es el pecado, cómo vivir y adorar a Dios en la tierra. Aquellos que se adhirieron a la ley y a los mandamientos podrían ser bendecidos por Dios, mientras que aquellos que violaran la ley serían maldecidos y castigados por Dios. Por lo tanto, los israelitas bajo la ley acataban estrictamente la ley, veneraban el nombre de Jehová como santo, y habían vivido bajo el liderazgo de Jehová Dios durante miles de años. Al final de la Era de la Ley, la humanidad estaba en peligro de que se les quitara la vida por la ley debido a su creciente en corrupción, a no guardar la ley y los mandamientos, y a no tener sacrificios que ofrecer a Dios. Así, para salvar a la humanidad, Dios comenzó la Era de la Gracia, tomó el nombre de Jesús, y realizó la obra de redención. En otras palabras, el nombre de Jesús representa la obra que Dios realizó en la Era de la Gracia, y también representa Su carácter misericordioso y amoroso que Dios expresó en la Era de la Gracia. El Señor Jesús mostró el mayor amor y compasión, proporcionó al hombre el camino del arrepentimiento y finalmente fue crucificado para redimir a la humanidad de modo que ya no sean condenados por la ley y tengan la oportunidad de venir ante Dios para orar y disfrutar de Su gracia y bendiciones. Se puede ver que Dios tiene un nombre fijo en cada época, pero ningún nombre puede representarlo plenamente. Por lo tanto, en cada etapa de la nueva obra, Dios tomará un nombre particular, uno que posee la relevancia de la era, para representar Su obra y carácter en esa época. Por otra parte, se puede ver que Dios es siempre nuevo y nunca viejo, y cuando Dios realiza la obra de la nueva era, ya no usará el antiguo nombre. Sólo cuando aceptamos el nombre de Dios de la nueva era podemos obtener la obra del Espíritu Santo y obtener la aprobación de Dios.

Acogiendo con beneplácito el regreso del Señor por aceptar Su nuevo nombre en los últimos días

Entonces, ¿cambiará el Señor Su nombre cuando regrese? De hecho, algunos versículos bíblicos ya nos dicen que cuando el Señor regrese tendrá un nuevo nombre: “Al vencedor le haré una columna en el templo de mi Dios, y nunca más saldrá de allí; escribiré sobre él el nombre de mi Dios, y el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén, que desciende del cielo de mi Dios, y mi nombre nuevo” (Apocalipsis 3:12), “Yo soy el Alfa y la Omega —dice el Señor Dios— el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso” (Apocalipsis 1:8), “Y oí como la voz de una gran multitud, como el estruendo de muchas aguas y como el sonido de fuertes truenos, que decía: ¡Aleluya! Porque el Señor nuestro Dios Todopoderoso reina” (Apocalipsis 19:6), “Y los cuatro seres vivientes, cada uno de ellos con seis alas, estaban llenos de ojos alrededor y por dentro, y día y noche no cesaban de decir: Santo, Santo, Santo, es el Señor Dios, el Todopoderoso, el que era, el que es y el que ha de venir” (Apocalipsis 4:8), “Y los veinticuatro ancianos que estaban sentados delante de Dios en sus tronos, se postraron sobre sus rostros y adoraron a Dios, diciendo: Te damos gracias, oh Señor Dios Todopoderoso, el que eres y el que eras, porque has tomado tu gran poder y has comenzado a reinar” (Apocalipsis 11:16-17). De esos versículos podemos ver que Dios tendrá un nuevo nombre. Por lo tanto, podemos estar seguros de que cuando el Señor regrese, no será llamado Jesús. Además, podemos ver muchos versículos que dicen que el nombre de Dios es el “Todopoderoso”. Aparte de esos versículos, otros versículos también mencionan al Todopoderoso como Apocalipsis 15:3, Apocalipsis 16:7, Apocalipsis 16:14, Apocalipsis 21:22, etc. Según estas profecías, cuando el Señor regrese a hacer una obra nueva, Su nombre será cambiado al Todopoderoso. Y Dios comenzará una nueva era y concluirá la obra de la Era de la Gracia bajo el nombre del Todopoderoso, para que la gente conozca todo el carácter de Dios y honre el nombre del Todopoderoso como grande. Si aceptamos el nuevo nombre de Dios en los últimos días, habremo acogido con beneplácito el regreso del Señor Jesús.

Ahora la gente de “El Relámpago Oriental” testifica que el Señor Jesús ha regresado y Su nombre es Dios Todopoderoso, que cumple las profecías del Apocalipsis. Y también testifican que Dios Todopoderoso ha expresado muchas verdades y está haciendo la obra de juzgar y purificar al hombre, y clasificará a cada persona de acuerdo con su especie y separará la cizaña del trigo. Aquellos que aceptan el juicio de las palabras de Dios y sean limpiados pueden ser hechos vencedores antes del desastre y entran en el reino de Dios, mientras que aquellos que se niegan a aceptar el juicio de las palabras de Dios caerán en el gran desastre, y esto cumple estas profecías en la Biblia: “Aún tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podéis soportar. Pero cuando Él, el Espíritu de verdad, venga, os guiará a toda la verdad, porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oiga, y os hará saber lo que habrá de venir” (Juan 16:12-13). “Porque es tiempo de que el juicio comience por la casa de Dios; […]” (1 Pedro 4:17). “El que me rechaza y no recibe mis palabras, tiene quien lo juzgue; la palabra que he hablado, esa lo juzgará en el día final” (Juan 12:48). “[...] al tiempo de la siega diré a los segadores: ‘Recoged primero la cizaña y atadla en manojos para quemarla, pero el trigo recogedlo en mi granero’” (Mateo 13:30). Según estas profecías bíblicas, es Dios Todopoderoso sea el Señor Jesús retornado. En el asunto de acoger el regreso del Señor, debemos buscar e investigar humildemente. Sólo así no perderemos la oportunidad de acoger al Señor.

Traducido del original en inglés al español por Xinia Arias Quirós

Unas citas bíblicas son tomadas de LA BIBLIA DE LAS AMERICAS® (LBLA) Copyright © 1986, 1995, 1997 por The Lockman Foundation usado con permiso. www.LBLA.com.

Fuente: Estudiar la Biblia