Muchos hermanos y hermanas creen que cuanto más tiempo oren y más palabras digan, más los escuchará Dios. Así que siempre notamos que algunos hermanos y hermanas oran durante una o dos horas, e incluso tres o cuatro horas. ¿Este tipo de oración realmente es escuchada por Dios? A partir de este versículo, podemos saber que el Señor requiere que no digamos palabras vacías o repetidas cuando oramos. Si oras por tres o cuatro horas y simplemente hablas con palabras falsas y bonitas, tal oración no es la oración genuina, ni será escuchada por Dios, pero incluso despreciada por Él. Entonces, ¿cómo se puede orar para que Dios escuche nuestras oraciones?
Tal como un libro dice: “El estándar más bajo que Dios exige de las personas es que le puedan abrir sus corazones. Si el hombre le da a Dios su corazón sincero y le dice a Dios lo que realmente hay dentro de su corazón, entonces Dios estará dispuesto a obrar en el hombre; Dios no quiere el corazón torcido del hombre sino su corazón puro y honesto. Si el hombre no le dice a Dios lo que de verdad hay en su corazón, entonces Dios no toca el corazón del hombre ni obra dentro de él. Por lo tanto, lo más crucial acerca de la oración es decirle a Dios las palabras de tu auténtico corazón, hablarle a Dios de tus defectos o de tu carácter rebelde y abrirte completamente a Dios. Sólo entonces Dios estará interesado en tus oraciones; si no, entonces Él ocultará Su rostro de ti”.
Se puede ver por estas palabras que Dios desea que lo hablemos la verdad y las palabras dentro de nuestros corazones, y solo digamos lo que pensamos en nuestros corazones, sin importar cuántas palabras digamos.
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