Los desastres cada vez más graves no solo amenazan nuestras vidas, sino que también ponen nuestras vidas en diversos aprietos. En este momento, ¿está esperando usted más que nunca que el Señor venga pronto sobre nubes y nos salve de estos sufrimientos? Pero, ¿sabe? El descenso sobre nubes no es la única manera en que viene el Señor. El libro de Apocalipsis profetiza: “[…] si no velas, vendré como ladrón […]” (Apocalipsis 3:3). “He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él y él conmigo” (Apocalipsis 3:20). “El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. El vencedor no sufrirá daño de la muerte segunda” (Apocalipsis 2:11).
De estas profecías, se ve que la expresión “vendré como ladrón” quiere decir que el Señor vendrá en silencio, en secreto, mientras que las palabras “alguno oye mi voz y abre la puerta” se refieren a que Él vendrá a expresar palabras y llamarnos a la puerta. Todos los que escuchan la voz de Dios y abren la puerta de su corazón para recibir al Señor, podrán asistir al banquete con Él, y aquellos que llegan a ser vencedores mediante Sus palabras no recibirán el sufrimiento de la muerte. Otras profecías de la venida del Señor hablan de que el Señor se le aparecerá al hombre cuando venga en una nube, y todos podrán verlo, pero en ese momento llorarán. Por ejemplo, “He aquí que viene con las nubes, y todo ojo le verá, y los que le traspasaron; y todos los linajes de la tierra se lamentarán sobre él. Así sea. Amén” (Apocalipsis 1:7).
El Señor regresará y aparecerá en dos diferentes formas, también traerá diferentes destinos al hombre. Entonces, ¿cómo debemos buscar la obra del Señor durante Su venida secreta para poder recibirlo?
Recomendación: Estudiar la Biblia
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