La Palabra de Dios dice: “Las personas que tienen la verdad son aquellas que, en sus experiencias reales, pueden mantenerse firmes en su testimonio, en su posición, permanecer en el lado de Dios, sin retirarse nunca, y pueden tener una relación normal con las personas que aman a Dios, que, cuando les acontecen cosas, son capaces de obedecer totalmente a Dios y pueden hacerlo hasta la muerte”. “Como crees en Dios, debes entregar tu corazón delante de Dios. Si ofreces y pones tu corazón delante de Dios, entonces durante el refinamiento va a ser imposible que niegues a Dios o que dejes a Dios. De esta manera tu relación con Dios se hará todavía más cercana y más normal y tu comunión con Dios se hará aún más frecuente. […] Cuando el día venga y las pruebas de Dios de repente caigan sobre ti, no sólo podrás permanecer al lado de Dios sino que también podrás dar testimonio de Dios. En ese momento vas a ser como Job y Pedro. Después de haber dado testimonio de Dios, en verdad lo vas a amar y con gusto vas a dar tu vida por Él; vas a ser testigo de Dios y alguien a quien Dios ama”.
De las palabras de Dios, se puede ver que con que usemos Sus palabras como una base, podremos discernir lo correcto de lo incorrecto y ponernos de parte de Dios en los asuntos que nos llegan en la vida diaria; en las pruebas y refinamiento, siempre que busquemos la verdad y entendamos la voluntad de Dios, podremos dar un verdadero testimonio. Es decir, si buscamos la verdad, la verdad nos permitirá no perdernos en todo tipo de circunstancias y dar un rotundo testimonio de Dios. Cuando la protagonista del siguiente artículo sufrió de enfermedad, aunque tenía dolor y queja en su corazón, a través leer las palabras de Dios y buscar la verdad, se dio cuenta de que su punto de vista en creencia en Dios era erróneo, tuvo una verdadera obediencia a Él y verdadera fe y se dispuso a encomendar su vida y muerte a Él. Al final, ella se mantuvo firme en su testimonio a Él bajo la guía de la verdad y la Palabra de Dios. Si quieres conocer más, haz clic para leer el artículo: El amor de Dios me guió a través de la prueba de la enfermedad
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