El Señor Jesús profetizó que cuando viniera Él otra vez se encarnaría como el Hijo del hombre para llevar a cabo obra. Algunas personas podrían tener dudas de esto: ¿Por qué debe Dios volver por medio de la encarnación? ¿Por qué no nos salva de manera espiritual? Echemos un vistazo a dos pasajes de las palabras de Dios juntos.
Dios dice: “Dios se hizo carne porque el objeto de Su obra no es el espíritu de Satanás o de cualquier cosa incorpórea, sino el hombre que es de la carne y a quien Satanás ha corrompido. Precisamente porque la carne del hombre ha sido corrompida es que Dios ha hecho al hombre carnal el objeto de Su obra; además, porque el hombre es objeto de la corrupción, Dios ha hecho al hombre el único objeto de Su obra a través de todas las etapas de Su obra de salvación. El hombre es un ser mortal, es de carne y sangre, y Dios es el único que puede salvar al hombre. De esta manera, Dios se debe hacer una carne que posea los mismos atributos que el hombre con el fin de hacer Su obra, para que Su obra pudiera lograr mejores efectos”.
“La obra que es de mayor valor para el hombre corrupto es la que le proporciona palabras exactas, metas claras que perseguir y que puede ver y tocar. Solo la obra realista y la guía oportuna son idóneas para los gustos del hombre y sólo la obra real puede salvar al hombre de su carácter corrupto y depravado. Esto solo lo puede lograr el Dios encarnado; solo el Dios encarnado puede salvar al hombre de su antiguo carácter corrupto y depravado”.
De las palabras de Dios, podemos ver que esta vez el objeto de la salvación de Dios es el hombre que es de la carne y a quien Satanás ha corrompido a fondo. Solo si Dios obra y habla mediante la encarnación, es más beneficioso para salvar al hombre. ¿Por qué decimos eso? Porque cuando Dios se hace carne, puede expresar directamente la verdad en el lenguaje humano, y todos podemos escuchar Su voz, ver Su aparición y comprender mejor Su voluntad. Así como en la Era de la Gracia, el Señor Jesús encarnado predicó a las personas cara a cara, enseñándoles a ser tolerantes y pacientes, así que pudieron actuar de acuerdo con Sus demandas y tener una relación particularmente cercana con Él. De manera similar, cuando Dios expresa las palabras y hace la obra de juicio en los últimos días, usa lenguaje humano y palabras precisas para guiarnos a entender la verdad, y de esta manera también puede revelar la verdad acerca de nuestra corrupción por parte de Satanás en cualquier momento, para que podamos distinguir y traicionar a Satanás y regresemos a Dios.
Dios expresa palabras por medio de la encarnación para darnos provisión directamente, así podemos fácilmente entender y obtener Sus palabras y conseguir Su salvación. Si Dios obra personalmente entre nosotros en Su cuerpo espiritual, si muestra muchas señales y prodigios y entra a través de la pared, entonces todos estaremos asustados y no podremos contactar con Él normalmente, lo cual es difícil para nosotros recibir Su salvación. Por tanto, la obra de Dios encarnado es la necesidad de nuestros seres humanos, y sólo mediante esta obra puede lograr el efecto de salvar al hombre.
Recomendación: La llegada de Cristo