Si queremos ser arrebatados antes de los desastres, primero debemos entender qué es el “arrebatamiento”. Algunas personas piensan que el arrebatamiento significa que cuando el Señor venga, seremos llevados al cielo para reunirnos con Él, porque 1 Tesalonicenses 4:17 dice: “Entonces nosotros, los que estemos vivos y que permanezcamos, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes al encuentro del Señor en el aire, [...]”. Entonces, ¿esto está en línea con la Palabra de Dios? Si buscamos en la Biblia cuidadosamente, veremos que el Señor Jesús no lo dijo, pero hay profecía en el Libro de Apocalipsis: “He aquí, el tabernáculo de Dios está entre los hombres, y Él habitará entre ellos y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará entre ellos” (Apocalipsis 21:3). “El reino del mundo ha venido a ser el reino de nuestro Señor y de su Cristo; y Él reinará por los siglos de los siglos” (Apocalipsis 11:15). Es decir que Dios establecerá Su reino en la tierra, vivirá con la persona en la tierra, y también el reino del mundo deberá convertirse en el de Cristo. Al ver esto, algunos hermanos y hermanas no pueden evitar preguntarse: si el reino de Dios está en la tierra y no seremos arrebatados en el cielo, entonces, ¿cuál es el verdadero significado del arrebatamiento?
Dios dice: “‘Ser arrebatado’ no es ser tomado de un lugar bajo para ser colocado en un lugar alto, como las personas imaginan. Esto es un tremendo error. Ser arrebatado se refiere a Mi predeterminación y Mi selección. Va dirigido a todos los que Yo he predestinado y escogido. Todos los que han ganado el estatus de hijo primogénito, el estatus de los hijos o del pueblo, todos son aquellos que han sido arrebatados. Esto es sumamente incompatible con las nociones de las personas. Aquellas que tengan participación en Mi casa en el futuro son personas que han sido arrebatadas delante de Mí. Esto es absolutamente cierto, nunca cambia y nadie lo puede refutar. Este es el contraataque contra Satanás. Todo aquel a quien Yo predestiné será arrebatado delante de Mí”.
De la Palabra de Dios, podemos ver que el arrebatamiento no es lo que imaginamos que ser tomado al aire desde el suelo para encontrarnos con el Señor, sino significa que cuando Dios venga a la tierra para hablar y obrar, la gente puede aceptar y obedecer y seguir Sus huellas al escuchar la voz de Dios. Este es el verdadero significado de ser arrebatado ante el trono de Dios. Como todos sabemos que cuando el Señor Jesús vino a hacer Su nueva obra, Pedro, Juan, Mateo, Santiago, etc., en ese momento, todos salieron de la ley para seguir a Él debido a que escucharon el sermón predicado por el Señor Jesús, estos eran llevados delante de Dios.
De manera similar, la profecía dice: “Pero a medianoche se oyó un clamor: «¡Aquí está el novio! Salid a recibirlo»” (Mateo 25:6). “He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él y él conmigo” (Apocalipsis 3:20).
Según las Escrituras, cuando el Señor venga a hablar de nuevo en los últimos días, podemos ser vírgenes prudentes para buscar activamente las huellas de Dios, reconocer la voz del Señor, aceptar Su regreso y seguir Sus huellas. Este es el verdadero arrebatamiento.
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