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Reflexión del evangelio de hoy | ¿Sabe qué es hacer la voluntad de Dios?

· EVANGELIO

El Señor Jesús dijo: “No todo el que me dice: «Señor, Señor», entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos” (Mateo 7:21). El Señor nos dice claramente que no todos los creyentes pueden entrar en el reino de los cielos, y solo aquellos que hacen la voluntad de Dios merecen entrar en él. Entonces, ¿sabe usted a qué se refiere hacer la voluntad de Dios?

Tal vez podría decir que leer y orar más y entregarse al Señor es hacer la voluntad de Dios. Pero ¿realmente esto concuerda con la Palabra de Dios? Dios dice: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el grande y el primer mandamiento” (Mateo 22:37-38). “En mitad del juicio, el castigo y las pruebas de Dios, aquellos que verdaderamente acatan Su voluntad son capaces de alabar a Dios desde lo más profundo de sus corazones, de obedecerlo por completo y abandonarse a sí mismos, amando de ese modo a Dios con todo el corazón sincero y puro; así es una persona perfecta, y es precisamente la obra que Dios se propone hacer y la obra que logrará”.

A Él no le importa si una persona es grande o insignificante, mientras pueda escucharle, obedecer Sus instrucciones y lo que Él encarga, y pueda cooperar con Su obra, Su voluntad y Su plan, de forma que Su voluntad y Su plan puedan cumplirse sin problemas, entonces esa conducta es digna de Su conmemoración y de recibir Su bendición”.

 

De esto, se puede ver que hacer la voluntad del Padre consiste en amar, obedecer y satisfacer sinceramente a Dios en el corazón, en lugar de leer la Biblia y orar con frecuencia y dedicarse a Él en el exterior. Lo más importante es que no debamos tener una intención de hacer trato con Él y de pedirle cosas para nuestros adentros. Incluso ante las pruebas y sufrimientos, no hemos de culpar a Él, sino someterse a Su soberanía y Su arreglo y dar testimonio de Él. Así como Abraham pudo obedecer absolutamente a Dios y actuar de acuerdo con Sus palabras, cuando Dios le pidió que ofreciera a su hijo unigénito Isaac como sacrificio, aunque su corazón estaba dolorido e incómodo, no puso ninguna excusa, sino que devolvió a su hijo a Dios con sinceridad, terminó dando testimonio de Él. Él era una persona que hacía la voluntad del Padre. Sin embargo, cuando nos comparamos con nosotros mismos, descubrimos que aunque podemos leer la Biblia, orar y predicar el Evangelio, a menudo aún pecamos y nos resistimos a Dios. Nuestros sacrificios y gastos no son para amar y satisfacer a Dios, sino para hacer un trato con Él a cambio de las bendiciones del reino de los cielos. Alguien así no es una persona que hace la voluntad de Dios.

Fuente: Estudiar la Biblia

 

Las escrituras tomadas de LA BIBLIA DE LAS AMERICAS® (LBLA) Copyright © 1986, 1995, 1997 por The Lockman Foundation usado con permiso. www.LBLA.com.